miércoles, 21 de abril de 2010

LUZ ROJA Y PASAN

La problemática de los buses es una cuestión harto conocida en nuestro continente y un muy grave asunto en el Perú.

Salir temprano de casa estos días no basta. Se debe tomar en cuenta qué calles están cerradas, el atoro que generan los buses que van lento, los semáforos en rojos, pero un factor determinante y poco controlable es el humor del chofer.

Este último factor afecta toda la trayectoria e incluso la satisfacción de la misma. Si bien en la capital los accidentes de buses no se producen en su mayoría por choferes en estado de ebriedad su imprudencia o –como ellos lo llaman- “vivacidad” son uno de los factores más importantes.

El complicado sistema de ganancia de dinero y lo tedioso que puede ser manejar todo el día no son justificaciones cabales para poner en riesgo a los demás. Lo más conocido en estos casos son los famosos correteos que con la alta velocidad

Creo que hace falta una toma de conciencia de que se está transportando a otras personas, que están a cargo de sus vidas y su seguridad. Esto desde el cumplimiento de tener los seguros y el vínculo en buen estado.

Es muy probable que las reformas que sucederán en la ciudad con el Metropolitano y el tren no cambiarán del todo esta situación, pues estos servicio no cubren todas las rutas y porque la criollada de ser “el vivo” no se quita de la noche a la mañana.

A pesar de la capacitación y los controles más seguidos de los policías –algunos también corruptos- no tendrán efecto si todos no tomamos alerta sobre una cultura y responsabilidad vial pues tanto peatones como conductores muchas veces comparten la culpa.

No son solo los accidentes de tránsito sino el sistema de transporte en general necesita atención del Estado y más responsabilidad ciudadana.


Paloma Venero Cruz

No hay comentarios:

Publicar un comentario