martes, 20 de abril de 2010

Cuando lo privado se hace público

(Artículo sobre las nuevas tecnologías y los cambios en la privacidad tomando la red social más famosa del mundo)

La privacidad ha sido siempre un concepto complejo. Más ahora con las nuevas tecnologías, que facilitan que se borren los límites entre lo público, lo privado y lo íntimo. Una explicación simplificada de la privacidad es dividirla en dos aspectos: el derecho a estar solo y el derecho a que cierta información no sea revelada. El primero se refiere a aislarse en un espacio físico y temporal. El segundo a la reserva de cierta información personal evitando que sea aprehendida y usada por terceros. (Bullard, 1998)

En la era digital, hay una serie de elementos intangibles que realizan una invasión de lo privado sin que haya una invasión física. Es por esto que actualmente, debido al extensivo uso de las computadoras y el internet, se prioriza el derecho del individuo a decidir por sí mismo en qué medida quiere compartir con otros sus pensamientos, así como los hechos de su vida personal. La transición a una sociedad de la información implica nuevas concepciones del espacio y del tiempo, de los lazos sociales reales y virtuales, del espacio público y del privado. (Finquelievich, 2000)

Y este riesgo es aún mayor ahora con el uso de las redes sociales. En ellas lo privado, incluso lo íntimo, se hace público voluntariamente. Y es por esto que se difumina cada vez más la ya muy delgada línea entre lo público, lo privado y lo íntimo.


En las redes sociales como Facebook, las personas extienden su vida social real al mundo virtual, ambas se combinan y se fusionan, de tal forma que lo que sucede en un lado puede afectar directamente la otra parte, dando como resultado una interrelación que podría considerarse “dialéctica y eterna”. (Finquelievich, 2000)



Pero, ¿quien se toma el trabajo de leer todos los terminos y condiciones de facebook antes d einscribirse? El desconocimiento es lo que ayuda a las personas a confiar en que su información no será mal utilizada. En general, poquísimas personas se dan el tiempo de leer los términos y condiciones de cualquier página en la que deseen inscribirse, sin saber qué podría suceder. Los usuarios de Facebook no sólo comparten información sino su vida. Muchos pertenecen a una red de colegios, universidades, lugares de trabajo, ciudades y países. No es extraño encontrar direcciones, teléfonos y mails de contacto en los perfiles. Incluso con quienes tienen una relación y si esta relación termina o no. Todo esto acompañado de fotos, videos, enlaces, eventos a los que irá y un sinfín de etcéteras.Como es una red cerrada, los usuarios confían en que su información sólo será vista por sus amigos. He aquí dos problemas: ¿Cuántos de los contactos agregados al Facebook son realmente amigos? y ¿quiénes más tienen acceso a la información?

Por muy sociable que sea una persona, que sea amiga de 300, 1000 o 5000 personas es poco creíble. Entonces, ¿porque exponer su vida a todas ellas? Es aquí que entra la disyuntiva entre lo que es privado y lo que no. Probablemente, las personas expongan información que ellos no consideren importante ni íntima, como de que grupo eres fan o el resultado de algún test. Estos datos no son malos por sí mismos, pero ordenados de cierta manera, dan un claro perfil de lo que es la persona. (González, 1993) Y sumado a su ubicación, el colegio en el que estudió y los eventos a los que probablemente vaya pueden ser una peligrosa forma de llamar la atención.


Tal vez este nuevo afán de “exhibicionismo” que las redes virtuales impulsan en sus usuarios, sobre todo en los jóvenes, hacen que la idea de privacidad e intimidad cambien en estas personas. Todo esto ocurre por un claro desconocimiento de hacia dónde va la información, quien la manipula y que se puede hacer con ella, sumado a la falta de interés de los usuarios por estos detalles. *

Raiza Tapia


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