lunes, 21 de junio de 2010

Un medio o EL medio

Las opiniones vertidas en el editorial del diario El Comercio, el día viernes, en contra del candidato Castañeda no muestran más que una ambigüedad casi disfrazada por uno de los medios más poderosos en nuestro país. A partir de ese editorial se pueden tomar dos posturas.

La primera, parece que el diario se toma todo a pecho. Pues es, como si fuera y se reflejara como el único medio confiable y que hace investigación en nuestro país. Ahora, si bien el editorial es el espacio para que se descargue la opinión del equipo del diario, más parece una pelea personal. En esta el diario recalca su apoyo y respaldo a Castañeda, pero esto no solo se lee como una queja de falta de reciprocidad sino casi como una sacada de vuelta. Puesto que, incluso aluden los beneficios que el candidato presidencial recibió gracias a la investigación del diario en el caso de Santa Anita, el desalojo de los informales.

La segunda sería, intenta reforzar y estimular la labor de crítica y participación de los medios en estas campañas electorales. Así, toma el rol de ser la voz moralista, como recordando que no se debe tomar partido por nadie y que se debe ser transparentes en las investigaciones y opiniones que se toman al respecto de los candidatos y sus acciones. Un acercamiento a los problemas como si no se pudiera confiar en nadie y solo estar preparados para saber interpretar la guerra sucia que ya estamos acostumbrados a presenciar.

Si bien el mencionado diario tiene todo el derecho de exigir y demostrar su pluralidad de pensamiento y su posición ante cada candidato no puede querer asumir que son ellos –periodistas y equipo de colaboradores- los que tienen la última palabra y los principales agredidos. Es sabida la actitud que toma Castañeda con respecto a las críticas que recibe, un largo silencio.

Paloma Venero Cruz



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