miércoles, 9 de junio de 2010

Desarme paulatino del pasado, armando beneficios a futuro

Rafael Correa, presidente de Ecuador, declaró en visita oficial en el Perú que no le corresponde responder una solicitud de opinión acerca de la demanda de límites marítimos entre Perú y Chile, emitida por la Corte Internacional de la Haya (CIDH).
Estas declaraciones coinciden con las otras que emitió su homólogo peruano Alan García, en la inauguración de la 40° Asamblea General de la OEA en Lima, acerca de la limitación de la compra de armas en los países, el consiguiente empleo de ese dinero a favor de los pueblos y de la inutilidad de las hipótesis de guerra en este contexto.
El gasto en la carrera armamentista que hicieron tanto Perú y Chile en el pasado, ahora es un rechazo contundente por parte del primero, pues no se utilizó ni el 5% del armamento.
Sin embargo, Chile y Perú tienen las relaciones tensas desde siempre, es decir desde la época de la Colonización, y se acentuó más con la Guerra del Pacífico.
Ecuador también ha estado en conflicto con el Perú, y Chile fue uno de los países garantes del protocolo de 1942, le vendió armas a ese país cuando ocurrió el conflicto fronterizo armado de 1995. Y hace dos semanas la Corte Suprema de Chile cerró definitivamente este espinoso caso, sin determinar responsabilidades hacia Fábrica y Maestranza del Ejército Chileno (Famae) a su similar ecuatoriana el 31 de enero de ese año
La instancia de la clausura de este caso fue los hechos de venta estaban prescritos y que no había un documento del Ministerio de Defensa que autorizara la transferencia de armas.
Tal vez con esto, Ecuador muestra prudencia y cautela, pues su pasado con estos países le reclama que no es dable parcializarse otra vez.
Y la reducción paulatina en la compra de armamento es un buen síntoma de preocupación hacia la nación, aunque no sería mala sugerencia que aunque sea por precaución, se asegure la protección externa para casos viabilizados, como la reducción del tráfico ilícito de drogas y de la trata de personas, la delincuencia transnacional entre otros obstáculos sociales.

Stephany saenz

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