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Pocos se sorprenden al enterarse de los accidentes de tránsito en el Perú. Es común enterarse de que un bus se volcó en alguna carretera del país y que el desorden vehicular que caracteriza a Lima se cobre una vida. Lo que mantiene a la gente intrigada es cuándo estos accidentes dejarán de ser hechos cotidianos y qué se está haciendo para evitar que sigan sucediendo.

Los accidentes de tránsito en Lima son usuales y rara vez impresionantes. Por lo tanto, los que reciben mayor cobertura por parte de los medios son los que ocurren en las carreteras. Los problemas son diversos: choferes ebrios, choferes que se quedan dormidos en medio del recorrido, exceso de velocidad, pistas en mal estado, falta de señalización o problemas del medio ambiente.

La razón por la que estos accidentes llaman tanto la atención es la cantidad de heridos y muertos que dejó el accidente. Esta semana, el 4 de mayo, 18 personas perdieron la vida debido al exceso de velocidad y el estado de la pista de la ruta Corongo-Sihua. En este caso particular la responsabilidad del hecho recae sobre 2 partes, el chofer de la empresa “El Pampino” y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones.

Como suele suceder, luego de que la información haya sido difundida, ni la empresa ni el Ministerio tomarán responsabilidad por el accidente. Probablemente cada parte culpe al otro y problemas como este se repetirán en las próximas semanas. El Ministerio no terminará de arreglar las pistas y la gente seguirá escogiendo empresas poco conocidas para ser transportada debido a los bajos precios que ofrecen. Las 18 víctimas serán solo una pequeña parte de la cifra de desafortunados que perdieron la vida como clientes de una empresa que no ofrece garantías a sus usuarios. Este accidente será olvidado y otros tomarán su lugar en los medios a medida que los días pasen.


Luciana Alva